Chinos
Me enteré este fin de semana, al caer por casualidad en el blog de Franciso Durán Velasco: Google se suma a la censura en China.
Comenta Francisco:
Google restringe en China cualquier búsqueda que incluya términos como "derechos humanos" y otras palabras fatídicas como Tibet, Taiwan y Tiananmen. Asimismo, ha cancelado sus servicios de correo electrónico y de activación de ciberbitácoras y ha eliminado los enlaces con medios de comunicación extranjeros. El País aporta un dato que resulta escalofriante, incluso si se tiene en cuenta la población china: "Se calcula que la brigada cibernética del Gobierno dedicada al seguimiento y la censura de contenidos está formada por más de 30.000 agentes", y concluye que "la mayoría de los disidentes políticos encarcelados en el mundo por contenidos publicados en Internet están en prisiones de China
Lo mismo se puede leer en BBC News: Google acepta las restricciones del gobierno al portal Google.cn como un modo de acceder a ese mercado. Esa misma página cita esta curiosa declaración de algún vocero de la empresa:
While removing search results is inconsistent with Google's mission, providing no information... is more inconsistent with our mission
O lo que es igual: quitar resultados es inconsistente con la misión de Google, pero no dar información (que pueda significar una amplicación del negocio, dicho sea de paso), lo es más.
Lo cual no termina por ser otra cosa que una inteligente y mal intencionada manera de introducir un matiz filantrópico a un tema que difícilmente podría dejar de considerarse lo que es para la empresa: un mercado muy grande, con un inmenso PIB y, además, con una competencia interna perfectamente alineada a las directrices de un Estado poco benevolente, por sólo usar una metáfora.
En fin, fastidia tener que ver cómo la visión de Google suena como si a la larga siempre fuese mejor algo que nada. Como si dejar que los chinitos puedan ver pendejaditas divertidas, pero controladas, y no puedan acceder a los temas que les dé la gana ver pudiese ser un gesto perfectamente humanitario entre tantos otros excesos.
Debe ser difícil ser chino, realmente.
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