Rejected
No tiene, por supuesto, la menor importancia, pero a casi un año de distancia todavía pueden encontrarse en internet un montón de referencias al comercial de la empresa Godaddy que, hipotéticamente, la cadena FOX rechazó el año pasado en el fastidioso día del Super Bowl.
La cosa es así: un sujetador que se suelta, una reminiscencia paródica al idéntico episodio que la Señora Jackson vivió en el Super Bowl anterior, una apuesta por la banalización de la censura y, Zuas!, de pronto se tiene un comercial con una notable capacidad de lo que, si no he escuchado mal, los gurues del marketing llaman capacidad de recall.
Es algo que se comprende, por supuesto: el morbo que despierta una censura por lascivia, una modelo con una franelilla demasiado pequeña.
Sin embargo, no deja de ser significativo que la discusión disponible termine pareciendo, más bien, un gatillo capaz de disparar la locura neoconservadora a favor de la censura o los más acariciados sueños del neoestructuralismo crítico, o como sea que se llame la perspectiva de oposición.
Un ejemplo clásico de los que he leído por allí:
Think about it. You make a commercial (for low $$$) that you know will get rejected. The publicity of getting rejected by FOX (of all networks) gets lots of press. Hey, free publicity! Of course, many many people can't resist the urge to go see the ad hosted on, where else, godaddy's site. Now you got potential customers right there.
Weasels ...thank goodness I don't have any sites hosted there.
Una lectura que (teoría de la conspiración aparte) luce completamente cierta pero que, al mismo tiempo, no deja de ser una banalización o un consumo masivo de los "grandes temas" de la crítica contemporánea: la idea de que todo acto mediático implicará, necesariamente, una respuesta automática y estúpida por parte del observador.
El razonamiento no sólo es despreciativo, sino que además es absurdo: equipara el acto de consumo con la exposición al mensaje, cuando en realidad esa exposición ocurre por una cadena de condicionantes previos mucho más intrincados y complejos.
Uno no compra una corbata porque por todas partes te obliguen a comprar corbatas. Uno compra una corbata porque estando dentro de un marco social determinado, ese mensaje es capaz de hacerte comprar la corbata.
El comercial (una propaganda tonta y puritana, dicho sea de paso) puede ser visto todavía en la página de Godaddy.com. Habrá que estar alerta: no vaya uno a salir con un dominio de internet sin saber por qué, cuándo, cómo dónde y el resto de posibles etcéteras.
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