24 de agosto de 2006

Imágenes Agitadas (1)


Acabo de descubrir a John Heartfield, artista y precursor del fotomontaje en la oscura noche de la Alemania nacional socialista, autor de esa maravilla de inteligencia y mordacidad que es la imagen que acompaña a este post.

En la imagen (que puede verse aquí, en mayor tamaño), una entusiasta familia nacionalsocialista devora con ahínco los restos de una bicicleta. El texto original, bajo la imagen, dice así: Hurrah, die butter ist alle!, lo cual vendría más o menos a decir algo así:

¡Hurrah, se acabó la mantequilla!

Y luego, abajo, la trascripción de una estúpida frase de ese otro dinosaurio delirante que fue Hermann Göring, a propósito de la escasez de alimentos:

El acero siempre ha hecho fuerte a una nación, la mantequilla y la manteca siempre han hecho a la gente gorda

Sólo por complementar: Art.blogging trae esta breve referencia sobre Heartfield:

Prohibido por el tercer Reich y vuelto a descubrir por la república democrática alemana, los fotomontajes de John Heartfield fueron creados durante los caóticos años de la Alemania de entre guerras. Manipulando las fotos que encontraba en la prensa, las llamativas imágenes de Heartfield se inspiraban en la desconexión que él veía entre los retratos de la realidad reflejados en los medios de comunicación y el caos que veía a su alrededor. Nacido con el nombre de Helmut Herzfeld, Heartfield (1891-1968) decidió matizar su nombre con un anglisismo en 1916 como protesta contra el repulsivo patriotismo pro-belicista de la primera guerra mundial. Miembro tanto del partido comunista alemán como del grupo dadaísta de Berlín, su trabajo adquirió un tono cada vez más político a medida que los tiempos se hicieron cada vez más volátiles. Una vez disuelto el movimiento dadaista, se centró en crear un trabajo que tenía un claro matiz político y, también, de agitación.

Su obra estuvo recientemente en exposición en el Getty Center, bajo el título: Agitated Images: John Heartfield & German Photomontage, 1920-1938.

Ni qué dudarlo: el arte suele encontrar formas elegantes de señalar la realidad ante el abismo de lo fastidioso, lo ampuloso y lo estúpido.

No basta, claro, pero en algo alivia.

ACTUALIZACION(ES)
(...Un rato después)

Aquí, en Periodismo de Paz, otra forma de analizar la historia de uno modo sereno, elegante e inteligente.

(...Unos días después)

La semana pasada, mientras seguía con una emoción que fluctuaba entre la pena-ajena, la sorpresa y la venganza poética, los comentarios justificatorios con que los entusiastas gobierneros intentaban, pedagógicamente, demostrar al mundo la belleza que escondían los desplantes, simplificaciones y torpezas del rollizo alcalde mayor, caí, como de pasada, en una página que se esforzaba, en serio, en demostrar que la vida siempre acaba de superar al arte: un conjunto de organizaciones denomidadas como auténticas representantes del sentir nacional,( entre las cuales firmaba casi cómicamente una empresa de trasporte de gasolina), se empeñaba en redactar una nota de apoyo al alcalde, dejando claro de una vez y para siempre que así se debía gobernar de ahora hasta la misma eternidad.

Cierta pereza, algunas cosas más importantes en qué gastar el tiempo, unos días de playa, me hicieron abandonar la tentativa de ofrecerla como link alternativo al fotomontaje de los alegres simpatizantes comedores de bicicletas que propuso, en su momento, nuestro amigo Heartfield. Hoy, al intentar encontrarla descubro, con pesar, que la página desapareció del ciberespacio, con la misma órbita errática de un plutón desdeñado.

Ni modo. Es toda una pérdida para ese proyecto ambicioso que significa la documentación de un fanatismo pero, de pronto, termina siendo hasta mejor.

Por eso, no me queda de otra sino dejar un par de links sobrios y razonables del periódico de ayer domingo que, por estar en el mar donde la vida es siempre más sabrosa, apenas llego a leer en diferido la tarde de hoy. Es este, y este otro.