21 de enero de 2007

More Moore

Es posible que saltar de un lado a otro de internet intentando conseguir cuentos de los autores que nos interesan no sea la cosa más entretenida del mundo, pero algo se saca de ello. O al menos es lo que se puede esperar si se tiene una buena racha. En The oldman and the sea, por ejemplo, el viejo Santigo pasa algo así como 84 días intentando pescar un pez. Es una lástima, pues precisamente debido a ese ancontecimiento, Ernest Hemingway tomó la decisión de escribir un libro que, a decir verdad, acabó por tener una fama desmedida que, a su vez, acabó desplanzando de los anaqueles lo bueno que se puede leer de Hemingway. Pienso, por ejemplo, en el caso de The Short and Happy Life of Francis Macomber, digamos, un cuento millones de veces mejor que la historia de la pesca desafortunada y que casi no se conoce. A eso, precisamente, (y si se excluyen los efectos duraderos del suicidio, desde luego), es lo que se puede calificar como una verdadera mala suerte.

En todo caso, esta es la historia donde soplan los hados benignos de la buena fortuna. Justo el 05 de Enero subí un post donde dejaba los links a dos cuentos de Lorrie Moore. Dos cuentos y una entrevista. Hoy, apenas 18 días después, podemos decir que hay otros pez: se trata de Perdiendo los papeles, en traducción de José Luis Justes Amador y puede ser leído en el número 11 de esa estupenda revista de gratuidad virtual que es HermanoCerdo. O lo que es lo mismo: pulsado aquí.

Hay más: un bonus track.

Si alguien quisiera ver de qué forma puede escribirse en español con un sarcasmo y una inteligencia que recuerda a los textos de la Moore, entonces pueden leerse dos post compuestos por d., desde prosa inofensiva. Son estos: El crucero del amor y El desamor es una cosa esplendorosa. Todo un alter-Moore de primera línea, en mi opinión.