7 de julio de 2007

«Pape Satàn, pape Satàn aleppe!»



Durante un tiempo pensé en el diminuto misterio de un verso críptico encerrado en el coro de una canción de Richard Melville Hall, aka Moby, titulada: Lift me up.

La canción data de su disco Hotel, fechado en 2005. Desde entonces, algunos han querido ver en ella esta frase:

Lift me up, lift me up
Aiah Nouwamba
Lift me up, lift me up
Aiah Nouwamba

Por lo menos esa ha sido una cadena que algunas personas han seguido, como lo ilustra la siguiente pregunta aparecida en Google Answer algún tiempo atrás:

Moby se refiere a alguien en su canción Lift me up! Quiero saber quién es Aiah Nouwamba.

La respuesta que recibe ese argonauta solitario no está demasiado desencaminada. Es la siguiente:

Pienso que aiah nouwamba no existe. Es solo una invención de Moby! Aiah nouwemba suena como "Higher, now I'm up" o "Higher now, up now" a Moby le gusta hacer eso con sus canciones.

La persona que ensaya esta respuesta cree tener, además, una prueba para lo que está diciendo. Esa prueba es la página Misheard lyrics. La página dice así:

Misheard lyrics (también llamadas mondegreens) ocurren cuando la gente confunde la letra de una canción. NO se trata de una alteración intencional de la letra, lo cual es llamado parodia. Esta página contiene todos las misheard lyrics de Moby que han sido suministradas a este site así como de la antigua colección de inthe80s comenzada en 1996.

Allí aparecen estos divertidos ejemplos de misheard de Lift Me Up:

Lift me up, lift me up
I am a woman.

O esta, próxima a un misticismo onomatopéyico:

Lift me up, lift me up
Higher now, um-mah.

Como quiera que sea, el videoclip de la canción incluye una pantalla posterior donde pueden leerse algunos retazos de la letra de la canción (así, por ejemplo, la pantalla deja ver: "plain talking", no blind talking, como equivocadamente proponen ciertos misherdianos), pero, justo en el momento del coro, apenas pueden verse dos palabras: Higher. Now.

Por mucho que se esté atormentado por el sonido de las cornetas de la ciudad o por el rudio ensordecedor de los aviones de la fuerza aérea nacional, no queda más remedio que aceptar que se trata de un recurso intencional.

(Lo es, naturalmente).

Acabé por encontrar la respuesta de la forma más simple, la forma en que (de hecho) debí haber comenzando: revisando el Diario que el mismo Moby ha escrito durante varios años en su página web. La entrada se titula, previsiblemente, Lift Me Up, y está firmada el 3 de Junio de 2005. Es decir, hace casi exactamente dos años y un mes. Dice así:

June 3, 2005

ok, la verdadera letra del coro de 'lift me up' es

'lift me up
lift me up
higher now ama'


Lo más interesante es, sin embargo, la explicación de Moby sobre la última línea. La traducción diría más o menos así:

la palabra dios en muchas lenguas emplea el sonido 'ah' (...) , yahweh, allah, buddah, krishna, god(gahd), etc.
entonces, como la canción es acerca del peligroso y preocupante incremento mundial de la intolerancia y el fundamentalismo, pensé que quizá sería interesante tener una palabra que sonara como cierto tipo de deidad, pero sin especificar ninguna. disculpas por la confusión.
-moby

Eso, en principio, aclara el enigma. Ahora, uno podría dar paso a una serie de consideraciones innecesarias pero, hasta cierto punto, relativamente apasioantes. Un es esta: la elección de Moby implica, en realidad, un curioso recurso literario. Vayamos a eso al fin (he tenido que dar un largo recorrido hasta aquí para poder decir algo al respecto sin sonar como un pequeño manual mimeografiado de Castellano y Literatura o una lista de supermercado de recursos retóricos).

Gracias a Augusto Monterroso, podemos y debemos recordar otra frase oscura que ha acompañado por siglos la pasión de los detectives literarios. Es este increíble texto del Infierno de Dante y que durante tantos años ha perturbado a sus lectores:

«Pape Satàn, pape Satàn aleppe!»,
cominciò Pluto con la voce chioccia;
e quel savio gentil, che tutto seppe,
disse per confortarmi: "Non ti noccia
la tua paura; ché, poder ch'elli abbia,
non ci torrà lo scender questa roccia".
Inf. VII, 1-6)»

Aquí el reto, naturalmente, corresponde con el misterio de la frase inicial. Lo curioso, lo fantástico (y sigo todavía a Monterroso y a uno que otro autor más) es que, en efecto, esa frase críptica no significa absolutamente nada.

O al revés: significa en la medida en que se trata de eso que Alfonso Reyes denominó como Jitanjáfora y que es, naturalmente, lo que hace Moby en la última línea del coro de Lift me up.

Es posible que el ejercicio de jitanjáforas más delirante sea, precisamente, el texto literario a partir del cual se propuso el término. Ese texto es un poema de Mariano Brull, y dice así:

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveola jitanjáfora
iris salumba salifera.

Olivia oleo olorife
alalai cánfora sandra
miligítara girófara
zunbra ulalindre calandra.


Mis jitanjáforas favoritos siempre serán, sin embargo, las que nadan como peces insomnes en esa maravilla que es el capítulo 68 de la Rayuela de Cortázar:

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

O esta extraña pieza titulada Gristenia, de Oliverio Girondo, ubicada dentro de esa también extraña pieza cuyo título es ya una bella jitanjáfora: En la Masmédula. Dice así:

Noctivozmusgo insomne
del yo más yo refluido a la gris ya desieta tan médano evidencia
gorgogoteando noes que plellagan el pienso
contra las siempre contras de la posnáusea obesa
tan plurinterroído por noctívagos yoes en rompiente ante la afauce angustia
con su soñar rodado de hueco sino dado de dado ya tan dado
y su yo solo oscuro de pozo lodo adentro y microcosmos tinto por la total gristenia


No es mucho. Pero es, en todo caso, otro pequeño enigma resuelto en un mundo que, en su eterna rotación, se sumerge cada día en la más oscura noche para reaparecer al día siguiente y volver a comenzar otro movimiento perpetuo, con sus peligrosas omisiones en las páginas número 45.

Imagen Vía: SFGate.com