7 de octubre de 2007

Malditaweb

Ayer comencé a leer Malditaweb, una cybernovela presentada en formato blog por Javier Miranda-Luque.

Una muestra: esta delicia de conversación en una sala de chat entre Rosa y Henry, quienes (por momentos) recuerdan una versión decadente y contrautópica de aquellas lejanas historias románticas a lo Tristán e Isolda, de los fantásticos amores de Érec et Énide de Chrétien de Troyes, pero esta vez actualizados en las ardenas invisibles de la red:

Henry dice: Volvamos al tema. Recapitulo. Internet es un juego virtual, para adultos que intentan recuperar la vieja costumbre lúdica de ser otro. Por tanto es un juego de roles, una proyección de lo que queremos ser y no somos.

-Rosa dice: Vamos, no te pongas tan serio. Es un juego, pero que se toma y se deja cuando tú quieras. Es un carnaval, una fiesta de disfraces. También es actuación.

-Henry dice: O sea que puede ser también el nuevo teatro, la nueva dramaturgia donde tú mismo vas creando tu personaje, a tu medida, a o la medida del argumento que te va suministrando tu compañero de juego. Internet es un escenario vastísimo.

-Rosa dice: Cómo intelectualizas, tío ¡!

-Henry dice: Desviación académica de cuando daba clases en la escuela de letras. Ahora, Rosa, en serio, ¿y cómo te asumes durante y después de webear y relacionarte con otras personas, no te sientes algo así como infiel, como que estás estafando a otros, engañándolos?

-Rosa dice: Hostia, Henry, cuando estoy en la red, estoy jugando. No estoy enamorando a nadie, ni follándome a nadie, ni robándolo, ni estafándolo, ni citándome en algún lugar lejano con nadie. No estoy ni siquiera engañándolo. Apenas estoy jugando, Henry. Jugando. Actuando. Siendo otra. Ofreciendo un show gratuito.

-Henry dice: Ahora también?

-Rosa dice: No jodas, tío, pareces un marido celoso interrogando a la esposa infiel.

-Henry dice: ¿Torquemada?

-Rosa dice: Nada menos!


Texto vía: Malditaweb: capítulo 1