25 de noviembre de 2006

Cosas que importan

(...)
--Bueno, papá, ya está -dije-. Una historia triste y sin adornos.
--Pero yo no me refería a eso -repuso mi padre-. Me has interpretado mal adrede. Sabes que hay mucho más. Lo has omitido todo. Turgueniev no lo hubiera hecho. Y Chejov tampoco. En realidad, hay escritores rusos tan buenos como los mejores de los que nos has leído nada, de los que no tienes ni idea, y que saben escribir una historia normal y corriente sin omitir todo lo que has omitido tú. No pongo objeciones a los hechos, sino a que los personajes se sienten en los árboles a hablar sin ton ni son, voces de nadie sabe dónde...
--Olvida ése, papá. Dime qué he omitido ahora. En éste.
--El aspecto de ella, por ejemplo.
--Bueno. Creo que es bastante guapa. Sí.
--¿Y el cabello?
--Oscuro, con trenzas gruesas, como si fuera una jovencita o una extranjera.
--¿Y qué eran sus padres? ¿Cúal es su origen? ¿Por qué ella es como es? Es importante, ¿sabes?
--De fuera de la ciudad. Profesionales. Los primeros que se divorciaron en su condado. ¿Qué tal? ¿Suficiente? -le pregunté.
--Tú lo tomas todo a broma -me contestó-. ¿Y el padre del chico? ¿Por qué no lo mencionas? ¿Quién era? ¿O es que lo tuvo sin casarse?
--Exacto -repuse-. Lo tuvo sin casarse.
--¡Por amor de Dios!, ¿es que nadie se casa en tus relatos? ¿Es que nadie tiene un segundo para pasar por el ayuntamiento antes de saltar a la cama?
--No -dije-. En la vida real, sí. Pero en mis relatos, no.
--¿Por qué me contestas de ese modo?
--Vamos papá, sólo es la historia de una mujer moderna e inteligente que vino a Nueva York llena de interés-amor-confianza-emoción, y de su hijo; de lo mal que lo pasa en este mundo. El hecho de estar o no estar casada tiene poca importancia.
--Tiene mucha importancia -afirmó él.
(...)

Grace Paley, Conversación con mi padre.

18 de noviembre de 2006

Para la estética del Doppelgänger (Versión Beta)



Un Gedankenexperiment es, palabras más, palabras menos, una expresión popularizada por Albert Einstein para referirse a un experimento que no puede ser realizado en la práctica, pero sí en la imaginación.

Hace meses (de hecho, creo que fue más o menos en febrero de este año), me encontré con la imagen que aparece justo antes de este texto. Como es fácil de notar si se le ofrece una rápida lectura, la imagen corresponde a una antigua cédula de identidad del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, artífice de algunas de las obras arquitectónicas más importantes y emblemáticas de este país.

La imagen de esta cédula, poseedora de ese lacónico número que es el 00095 debería ser, naturalmente, un dato propicio para un museo, dada la notoriedad del personaje. También podría ser una adecuada acreditación para un episodio de nostalgia por el tiempo que ya se fue. O incluso, si se desea ser algo más patético: un dato más para el copioso archivo de la ingenuidad administrativa (Es casi imposible no pensar en el placer que debieron sentir los psicópatas de los años treinta a la hora de fantasear con las cientos de formas en que se podría forjar semejante documento de identidad).

Para los fines presentes de este post, la foto puede ser también un valioso material para algo que, sin ser un gedankenexperiment, recuerda perfectamente aquella famosa historia en la que Einstein pudo poder al fin a prueba (y corroborar, tal como era de esperarse) una de sus deducciones relativistas que en este momento no soy capaz ni me interesa recordar.

Así las cosas, tenemos lo siguiente:

1. Un dato claro: el número de identidad de Villanueva, de quien sabemos, murió en el año de 1975.
2. Múltiples denuncias realizadas durante todo el año a la oficina electoral venezolana sobre registros falsos y un largo etcétera dentro del cual entra, precisamente, la utilización del mismo número de identidad de Villanueva. (Denuncia realizada a principios de este año).
3. Un propósito de enmienda por parte del CNE que puede apreciarse, en el caso de registros muy antiguos, en campañas como las que pueden verse aquí.

Por último:

La hipótesis absolutamente plausible de que el CNE no hizo absolutamente nada al respecto con el caso de esta cédula de indentidad.

Experimento:

Como podrá comprobar ahora mismo visitando la página del CNE todo aquél que tenga el tiempo y el hígado para ello, a sólo días de las elecciones presidenciales, el número de cédula de Villanueva corresponde a la de un presumible doppelgänger electoral, Ricardo Moisés Capriles, quien no sólo tiene la misma identidad legal de Villanueva, sino que, además, con semejante número de identidad (como se sabe, los números de cédula son correlativos) se mantiene dentro del registro de las personas vivas.

La conclusión es simple y vagamente desoladora: como en el final de un cuento fantástico, es de esperar que Ricardo Moisés Capriles vote este próximo 3 de Diciembre en la Escuela Básica Fernando Peñalver de Chacao.

O como gusta decir al CNE: haga democracia.

Sólo un par de comentarios finales. El primero: pese al malestar que produce constatar semejante irregularidad, (o incluso: precisamente por eso), no votar el 3 de diciembre es algo realmente ingenuo: es el equivalente a permitir sin ningún obstáculo plausible que los eternos medradores del delito se valgan la impunidad más patente. El último comentario. Este: puesto que ya nos vamos acostumbrado a la idea de que este tipo de señalamientos suele ser interpretado de un modo automático como un efecto mediático teledirigido desde algún centro aeroespacial del Imperio (que, dicho sea de paso, tampoco es que me sea especialmete simpático), aquí está una copia de los datos que proporciona la propia autoridad electoral desde esa peculiar forma de entender la democracia:

Cédula:V-00095
Nombre: Capriles Ricardo Moisés
Centro: Escuela Básica Fernando Peñalver
Dirección: Primera Transversal Urb. Campo Alegre
Estado: Edo. Miranda
Municipio: MP. Chacao
Parroquia: PQ. Miranda


Vía de la imagen de Villanueva:
existió alguna vez, pero lamentablemente la perdí. Digamos entonces, a manera de URL: una-página-por-ahí-de-alguien-comprensiblemente-indignado.com


13 de noviembre de 2006

Efecto Ficción

La eterna paradoja en tiempos difíciles: cuando las cosas se complican en ese objeto extraño que llamamos realidad, entonces la literatura produce muchos de sus valiosos objetos verbales y de sus cálidas invitaciones, (a la manera de un cuadro de Hieronymus Van Aken Bosch).

El lunes pasado: la buena noticia de la edición 2006 del Premio Herralde de novela para Alberto Barrera Tyzska.

El próximo miércoles 15 de Noviembre: La ficción celebra la ficción, con los siete años de Ficción Breve.



Lugar: Centro Cultural Chacao (detrás del Centro Lido). La cita es a las 7.00 pm.

5 de noviembre de 2006

Duane Hanson: People

Me gusta el recorrido artístico de Duane Hanson (1925-1996). Comenzó realizando esculturas que intentaban reflejar lo más duro de la violencia, entre salpicones, disparos de sangre y traumatismos pegoteados, para después saltar a ese terreno inquietante de la radiografía del tedio, de la documentación del gesto efímero que, después de todo, termina siendo el reto más arduo de todo arte.

Aqui va, con total admiración, algunas de sus escultoras y, junto a ellas, el inventario de ciertos instantes desolados de aquello que, alguna vez, fue el sueño americano.




Duane Hanson, Turistas (Tourists), 1970, Polivinilo con materiales mixtos.


Duane Hanson, Compradora de Supermercado (Supermarket Shopper), 1970, Polivinilo con materiales mixtos.


Duane Hanson, Niña con rompecabezas (Child with Puzzle), 1979, Polivinilo con materiales mixtos.



Duane Hanson. Baño de Sol (Sunbather), 1987, Bronce policromado en aceite, materiales mixtos y accesorios©, 2003 ProLitteris, Zürich.



Duane Hanson, Auto-Retrato con Modelo (Self-Portrait with Model), 1979, polivinilo y materiales mixtos "Collection of the Estate of Duane Hanson" Art © Estate of Duane Hanson/Licensed by VAGA, New York, NY.


Duane Hanson, Hombre en Podadora (Man on a Mower), 1995, Bronce policromado y podadora©, 2003 ProLitteris, Zürich.



Duane Hanson, Queenie II, 1988, Cemento plástico policromado en aceite, materiales mixtos y accesorios©, 2003 ProLitteris, Zürich.

3 de noviembre de 2006

Graffiti en Dinamarca (1)

Tal como Hamlet, hay que decirlo:

2 de noviembre de 2006

Een speelgoedauto, een beer en een grammofoonplaatje

Uno de los cuentos que forman parte de mi antología privada del gusto se llama Club Social Deportivo Flor Amarillo, y fue escrito por el pana Orlando Verde.

Orlando lo sabe y creo que fue justo por eso que hace un año, cuando vino a recoger el premio ganado por ese otro buen cuento que es Dalila es Tango y nos vimos, me regaló una foto tomada por él mismo de la fachada del lugar y que, ahora que lo pienso, un día de estos voy a escanear para subirla como un post.

Me parece que fue hace años (y de hecho, lo fue), cuando escuché el cuento por primera vez. Fue hace tanto, que todavía el pana Linus Lowell y mi querida Naftalina Bonn no habían inventado a la bella Sofi Glamour ni se habían ido a España, yo todavía vivía en una apartamento de El Marqués donde el sol de la tarde iluminaba a las torres de Parque Central como quien fija la atención en dos titanes dormidos y, a grandes rasgos, no se habían caído un montón de cosas en este país de derrumbes morosos.

Creo que fue entonces (aunque es posible que fuese antes), cuando le escuché por primera vez al pana O. hablar de Castorila.

Tiene algo de curioso, tiene algo de hermoso, que sea justo esta noche cuando veo a Castorila por primera vez, grabada en esa belleza de documental de siete minutos de ternura realizado por Orlando en lo que, deduzco, debió ser la visita que ella le hizo en Antwerp y de la que él alguna vez me habló.

El documental se llama Homework (dit was ik), está concursando por un premio al mejor documental amateur del Holland Doc, en el que es posible votar (cosa que, me parece, es de estricta justicia hacer) y puede ser visto pulsando justo aquí.

Sin quererlo, al pana Pratt se le ocurrió esta maravilla de frase promocional:

Aunque no vayan votar, dedíquenle siete minutos, piensen en sus madres, y si viven, llámenlas.

ACTUALIZACIÓN (HOLANDESA):
Martes, Noviembre 07, 2006

Debido a ciertas comprensibles complicaciones experimentadas por algunos amigos para llegar al lugar donde puede votarse por el documental de O., aqui va esta opción, escrita en la lengua de la mayoría de nuestras madres:

para votar, pueden mandar un correo a
amateurwedstrijd@hollanddoc.nl con el subject (o asunto): Stem voor HOMEWORK (DIT WAS IK)